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Soy el amo de mi destino. Soy el capitán de mi alma

Actualizado: 5 ene 2021

Más allá de la noche que me cubre, negra como el abismo insondable/ Agradezco a los dioses, si existen, por mi alma invencible/ En las azarosas garras de las circunstancias, nunca me he lamentado ni he pestañeado/ Sometido a los golpes del destino, mi cabeza está ensangrentada, pero erguida/ Más allá de este lugar de cólera y lágrimas donde yace el horror de la sombra/ y aún la amenaza de los años me encuentra y me encontrará sin miedo/ No importa cuán estrecho sea el portal, o lo cargada que esté de castigos la sentencia/ Soy el amo de mi destino. Soy el capitán de mi alma. Nelson Mandela


Si alguien sabe de confinamiento es N. Mandela. Y claro, todos los que han estado encerrados por motivos como enfermedades, por haber cometido errores (delitos) o por situaciones que escapan de control, por ejemplo.


Como ejemplo, entre muchos, elegimos a Mandela porque nos muestra la oportunidad de convertir el confinamiento en una ocasión para trascender los límites de la realidad. Cómo se trasciende la realidad. No quiero confrontar las creencias ideológicas y religiosas de quien me lee. Inicialmente existe un acuerdo en que, dentro de la gama de posibilidades, están los extremos: por un lado puede ocurrir de manera fortuita, sorpresiva, a través de un hecho que obligue a que se preste atención donde antes no se hacía y por otro puede ocurrir de manera deseada y auto organizada, motivada por un resultado deseado. En ocasiones ocurre que los extremos se tocan y de manera natural se amplían los límites de la realidad al vivenciar una experiencia sorpresiva.


El confinamiento, ha cumplido con el rigor de la novela corta de Gabriel García Márquez, Crónicas de una muerte anunciada . El final, no es una sorpresa, la trama sí lo es. Se veía venir el confinamiento como una medida necesaria. La propia experiencia del confinamiento, la trama, constituye para cada uno de los ciudadanos en el mundo, una nueva experiencia vital, que además invita a expandir los límites de la realidad percibida para cada uno. Queda aprender a apreciar la situación y de sí mismo, expandir la realidad individual.


La observación del Self, sí mismo, requiere la práctica de prestar atención a la propia percepción y mirar lo que sucede a lo interno, sin juzgar

Observación del Self, íntimo

Posiblemente uno de las principales limitaciones que tienen las personas es la de desarrollar la capacidad de la Autoobservación. No confundir autocrítica y cuestionamiento con la observación del Self, del sí mismo. Paradójicamente este parón obligado puede ser una oportunidad de tomar espacios temporales y practicar la observación de pensamientos, sentimientos, de la percepción corporal y de las relaciones sociales y laborales/profesional, como también de lo espiritual. Se suele opinar, juzgar, justificar, criticar sobre las propias acciones, solo que este es un nivel de consciencia superficial. La observación del Self, sí mismo, requiere la práctica de prestar atención a la propia percepción y mirar lo que sucede a lo interno, sin juzgar.


Quizás sea la oportunidad para observar el tipo de relación que se ha venido construyendo con la familia, el hogar, el trabajo, la alimentación, el autocuidado, la trascendencia, la relación con el cuerpo, con la estima y concepto sobre sí mismos si no ya no se tiene la cotidiana rutina.


El número de infectados por el virus de la 'CoronaConsciencia-2020’ está resultando significativamente de mayor contagio. El que no se deje infectar, tendrá efectos secundarios en un futuro cercano.

Observación del Self, social

La realidad social no es sin la participación activa de cada persona. Este confinamiento también está creando oportunidades para que cada uno se dé cuenta de cómo suele relacionarse en lo social y así como con su potencial para influir, o no, sobre lo colectivo.


Aproximarse, asumir, proponer, cuestionar, aceptar, proyectar, cambiar, dinamizar, dudar, explorar, comparar, debatir, evitar, aprovechar el confinamiento, son como mínimo algunas de las acciones cognitivas (posiblemente acompañados con algún arresto de amígdala) que está ocurriendo en un número exponencialmente más elevado que el número de infectados por el covid-19, a nivel global.


La experiencia del confinamiento ha portado un beneficio coletaral, la obligada necesidad de salir de la zona de confort, de la rutina individualista y egoísta. Sin duda, sin la crisis hospitalaria y económica que está generando el covid-19, el replanteamiento intergeneracional e intercultural que esta ocurriendo de manera simultánea y a nivel mundial, no hubiese sido posible. El número de infectados por el virus de la 'CoronaConsciencia-2020’ está resultando significativamente de mayor contagio. El que no se deje infectar, tendrá efectos secundarios en un futuro cercano.


También de N.Mandela esta frase “Nunca pienso en el tiempo que perdí, porque sé que estaba destinado para mí”. Es inusual tener un tiempo para expandir la realidad interna y externa al mismo tiempo. Aún se observa que cada uno está centrado en la propia crísis personal (por los efectos directos del convi-19 en su cotidianidad). Vendrá el momento en que se pueda identificar el impacto de la situación global, el valor del miedo, el valor de la compasión y de las emociones compartidas. Es imperioso realizar la tarea personal de verse en medio de la situación global, observar la información que emerge y sacar propias conclusiones.


Cuando finalice el confinamiento habrá una nueva realidad, expandida desde la conciencia de lo local e individual hacia lo global y colectivo. Se está expandiendo la realidad ante tus ojos, presta atención. Mientras #quedateencasa #observaturealidad toma nota de lo que ya no vibra con tus expectativas y redimensiona tu realidad.



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